La batería energética en esta canción solo es el preámbulo
de lo que está por venir. Poco a poco el resto de los instrumentos se integran
a esta canción, a su propio ritmo y con tonadas diferentes, para luego acoplarse
a un sonido más unificado, uno que puede disfrutarse con cierta cadencia,
porque la canción posee una frescura e intensidad en cada uno de sus elementos
sonoros. Incluso hace uso de pausas entre versos para dar agilidad a la
canción. Cuando la melodía baja un poco de volumen se siente una energía más
profunda, antes de que el tema adquiera un sonido vibrante de nuevo.
La interpretación se lleva a cabo con un tono ligeramente
grave que también está impregnado de nostalgia en cada verso, lo que nos lleva
a disfrutar la canción en otro nivel sonoro, incluso logra agudizar solo un
poco la voz cuando la música se queda en un tono bajo. En el minuto 4:20 la
guitarra nos ofrece un sonido más reverberante, el cual se queda con nosotros el
resto de la canción.
¡Entre pausas y reverberaciones, esta canción cobra vida!
