Una guitarra melódica ay tranquila es la que va creando la
atmósfera en esta canción que suena con delicadeza los primeros segundos. Y es
que Wesley David conserva un toque tradicional y melancólico en esta canción.
Poco a poco se van integrando el resto de los instrumentos para dar una capa más de nostalgia a la canción, pero mantiene este tono de canción indie rock,
con una suavidad y ligereza que se siente incluso cuando entra en escena el
sintetizador vibrante.
La canción logra mantener un tono bajo, que va muy bien con
la interpretación en tono medio y por momentos grave de su intérprete principal.
La canción, así, va tomando forma y un sonido que parece salido de un radio,
porque también tiene un tono vintage que cautiva. Mención aparte merece el riff
del final de la canción, cuando la canción adquiere un tono más grave y denso,
el cual se aleja de lo primero que escuchamos.
¡Un tema cargado de nostalgia que suena vintage!
