La guitarra en un inicio suena tranquila, preparada para
recibir la interpretación grave y profunda de Verias Smith, quien sin mayor preámbulo
entra en este tema con este tono de voz que se siente narrativo. Luego se incorpora
la batería y unos sonidos electrónicos ambientales y pulsantes, cuyo sonido
crea un ambiente de nostalgia y melancolía que se siente en el pecho cada vez
que se hace presente. Al igual que la guitarra ondulante y reverberante, crean
una atmósfera que pega justo en el corazón.
Y es que toda la canción, junto con su interpretación tienen
este sonido que te trae recuerdos, es como si excavara profundo en la memoria
con la guitarra y los sacara a la luz, con fuerza y con la mera intención de
hacerte vibrar con ellos. Y cabe destacar que lo hace con maestría porque el
sonido es muy de rock británico, de ese que suena ambiental y melódico.
¡Esta canción no solo se escucha, se siente!