El ritmo al inicio de esta
canción se siente reconfortante. La guitarra y la batería van en una misma voz hasta
el segundo 42, cuando la batería adquiere un sonido más tintineante gracias a
los platillos. Pero después recupera ese sonido pulsante que va al mismo tiempo
que la guitarra, creando una canción cuya atmósfera se siente nostálgica, pero
es de ese tipo que pega en el corazón y nos trae recuerdos buenos, lo que crea
un ambiente emotivo.
El bajo en este tema también
juega un papel importante en el puente sonoro, da ese espacio de profundidad,
mientras la guitarra y la batería dan ese toque luminoso y rítmico. Luego
tenemos la interpretación, quien canta lo hace con pasión, capaz de transmitir
diversas emociones mientras los instrumentos se unen en un canto que nos
conquista. La canción, además, conserva el sonido garage que tienen esos temas
que han estado esperando su momento para ver la luz y conquistarnos con su
sonido.
¡Este tema conserva un sonido garage
que logra enamorar!