Esta canción me recuerda a algunas de las propuestas
musicales de Los Bunkers. La canción se trata de un tema que se mueve entre el
rock latino y el indie rock, por ello tiene un sonido envolvente, que poco a
poco va aumentando en intensidad, pero que también tiene cierto sentimiento
impregnado en su interpretación vocal y musical. La guitarra es quien se lleva
la pista principal, tiene unos grandes riffs que crean momentos inolvidables y
de esos que se disfrutan mucho en las tocadas en vivo.
Luego, en el minuto 2:30, tenemos ese puente musical en
donde la voz canta con una delicada suavidad, como si fuera una ola que va llevándonos
poco a poco a ese torbellino musical en forma de una guitarra distorsionada y
una batería que casi suena como una marcha, no sabes a dónde vamos a ir a
parar, pero queremos seguir la música hasta el final, cuando un redoble termina
con la canción que se convierte en todo un viaje.
¡Disfruta del viaje sonoro de Teana!