Juanma Onse nos trajo esta canción con un ritmo sumamente pegajoso, qué es lo primero que podemos notar cuando recién comienza la reproducción. El estilo que decidió utilizar se compone de fusionar sintetizadores con un aura muy retro, como de los años ochenta, cuando este instrumento estuvo en su mayor apogeo. También le incluye algo de rock suave, con ese sonido melódico y fresco que lo caracteriza. El sonido combinado de esas guitarras dulces y armoniosas con lo tecnológico del sintetizador resultan en una experiencia auditiva rica en sensaciones y matices.
La letra nos pone los zapatos de una persona que enfrenta conflictos de identidad después de una ruptura amorosa. Explora como el desamor también llega en forma de recuerdos y de cómo realizar las actividades a las que uno se acostumbró hace en pareja ahora se sienten extrañas al hacerlas solos. Desde lo más cotidiano como despertar y prepararse el desayuno, hasta lo más específico como podría ser ir a algún evento. El estilo y el rango vocal de Juanma transmiten perfectamente esa sensación de incertidumbre y melancolía que puedes sentir nuestro protagonista.
La vida no termina después de terminar una relación amorosa, pero a veces se siente como si sí.
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