Esta canción es un verdadero himno a la rebeldía, pero en un plan autodestructivo es difícil de explicar, pero es muy fácil de entender para quienes ocasionalmente tenemos o solíamos tener conductas que nos afectaban más de lo que nos ayudaban, incluso llegando poner en riesgo nuestra integridad física y nuestras vidas, además de la de personas cercanas a nosotros, sin embargo el hecho de ponerse en situaciones así puede resultar vigorizante. Es una manera de vivir más intensamente, aunque impulsiva y poco cuidadosa, pero que cada acción indebida o arriesgada que uno realiza, nos deja con un sentimiento de libertad, de que estamos yendo en contra del sistema, del status quo, y de qué somos capitanes de nuestra propia vida y nosotros decidimos bajo qué términos vivimos y bajo qué términos nos vamos.
El sonido basa su estructura en un estilo hard rock clásico que también contiene ese espíritu rebelde, directo, crudo y alocado que siempre sea relacionado con este estilo de música. Las guitarras cumplen su función de ser el perfecto acompañamiento para las voces que cantan con un estilo que va de profundo a rasposo dependiendo qué parte de la canción y cuanta intensidad quieren transmitir.
Continúan los lanzamientos por parte de The Sunset Donkeys, en este caso toca el turno a "DEVIL CALLS MY NAME", una canción con una vibra rebelde y un sonido potente pesado y con alma libre.
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