Esta es una de esas canciones que logra lo que muy pocas y es atrapar tu atención desde el primer momento, el cual es un gancho total. Su ritmo funky explosivo no da tregua alguna, las guitarras y el bajo se entrelazan para crear una base irresistible, mientras la batería mantiene un tempo acelerado que inyecta una dosis cargada de energía pura. A pesar de la densidad instrumental, la producción es impecable y cada elemento encuentra su espacio de forma natural, evitando caer en la saturación y sin sacrificar intensidad.
Es una canción que puedo apostar que te hará mover los pies desde el primer segundo y no te soltará hasta el final. Emite una euforia contagiosa en cada nota, como si hubiera sido diseñada para liberar endorfinas, a pesar de que dura cuatro minutos y medio, es una de esas canciones que consideras que terminan demasiado pronto, haciendo que la repitamos una y otra vez hasta quedar satisfechos.
"Rainforests" de Spoonbeach es una canción que activará inmediatamente todas tus reservas de energía.
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