Lo interesante de este tema es que podemos escucharla en su
producción en vivo, ya que se trata de una canción que fue grabada en este
formato, así que el espíritu orgánico del rock clásico se encuentra en cada nota
de cada uno de sus componentes. Además, la canción rinde homenaje a dos grandes
de la música: George Harrison y Leon Russell, y esto se logra percibir en la
totalidad de la interpretación, pues hay un rock que fluye de maravilla entre
el golpeteo de la batería y los riffs de guitarra.
El tema no se mantiene quieto en ningún momento, tiene
variaciones sonoras que van desde la parte más intensa hasta los momentos de
relativa calma, dignos de las baladas rock, porque esta canción busca no solo
hacer un homenaje, sino reinterpretar estos tonos que hicieron grandes a las
leyendas de la música. Y lo logra de manera sublime, con una canción que no
necesita letra para hacerte sentir nostalgia y felicidad cuando cerca del final
llegan los tonos festivos.
¡Este tema es toda una experiencia sonora!