Para este tema, Michael Esss nos presenta un tema que mezcla
el blues y el jazz. Los primeros segundos suenan tranquilos, una guitarra es la
que nos da la bienvenida en este tema, en donde el cambio llega al minuto,
cuando el sonido se convierte en uno más seductor, va adquiriendo este toque característico
del jazz que se baila de forma apasionada. La atmósfera que crea se siente con
un toque de sofisticación, deseos y ambiente digno de un bar a la media noche.
En cada nota se puede percibir ese toque de atracción,
porque eso es lo que busca la canción, atraerte y envolverte en este viaje
sonoro en donde el sonido de la guitarra logra cautivar en cada nota, es
melódica, es tranquila, pero también tiene ese toque de melancolía con el cual
podemos conectar fácilmente. La canción no tiene letras, pero la simple música
transmite tantas sensaciones como sentimientos y logra llevarte a un lugar en
donde el tiempo se detiene.
¡Sofisticación y sensualidad son dos palabras que definen
este tema!