Sonidos vibrantes son los que nos dan la bienvenida a este
tema que se mueve entre pulsaciones que brillan y se destacan en medio de la
voz de su intérprete, quien nos canta a manera de relato, al tiempo que busca
adaptar su voz a las diferentes sonoridades del tema. Y es que la canción también
se mueve entre el golpeteo al natural de la batería y la guitarra que, por
momentos suena más melódica. Pero es que son justo esas pulsaciones que brillan
que también se hacen presentes en el minuto 2, las que crean un hermoso contraste
con el resto de la música.
La canción, por un momento muestra una voz más gutural, y
puedo entender que se encuentre ya casi al final porque se trata de una canción
que habla sobre la pérdida de una relación, de ese tratar de entender por qué
ya no hay amor, mientras se aparenta normalidad. Y es ahí donde entra el juego
de voces: la primera nos canta con nostalgia y aceptación, la segunda, que a penas
y dice una palabra es esa parte visceral que quiere salir y gritar que no todo
está bien.
¡Supera tu ruptura con este tema!