Son más de 6 minutos de puro poder metal, en un tema en
donde las guitarras con riffs acelerados, son quienes marcan el ritmo de este
tema, en donde también los rasgueos forman parte importante. Lo que me llama la
atención de este tema es el contraste de la voz. Su intérprete tiene una voz
que logra armonizar en un tono fuera de lo común para el género. Se mueve con
gracia y hasta cierto punto, interpreta con dulzura cada verso.
Sin embargo, la música con este ritmo acelerado se queda
ahí, como fondeando la voz que nos cuenta la historia. El minuto 3:40 tiene un
riff que logra cautivar, suena acelerado, pero también melódico, como si
quisiera gritar, pero en su lugar se escucha solo un desgarro en sus cuerdas.
La batería logra que muevas la cabeza a su ritmo, tiene un sonido casi hipnótico
que pega muy bien con la canción. En el minuto 5:08, cuando el vocalista deja
de cantar su lugar lo toma la guitarra, ya nos habla en forma de canto, no como
un instrumento que está ahí como fondo o para musicalizar.
¡En este tema la guitarra te va a hablar de principio a fin!