El sonido pulsante es el que va marcando el ritmo de esta
canción, este sonido se mantiene uniforme al mismo tiempo que la interpretación
entra en escena. Luego tenemos un sonido más ligero que hace que la canción
adquiera otra sonoridad más liviana, pero igual de potente. Después entra un teclado con un sonido más
profundo. De este modo la canción va sumando nuevos elementos que añaden más
capas sonoras de complejidad, pero que nos llaman la atención por ser
resonantes y llenar nuestros oídos con sonidos cada vez más vivos.
La interpretación podría comprarla con la de Damon Albarn,
su voz se va fundiendo entre la música, es como si su tono vocal encontrara la
forma de irse entrelazando entre cada nota, pues no suena sobrepuesta u oculta,
forma parte de los instrumentos como un todo, así crean este ambiente sonoro
envolvente y atrapante. El tema dura tres minutos y medio, pero el tiempo pasa
rápido cuando te das cuenta de que, inevitablemente, ya estás sumergido en esa
atmósfera profunda.
¡La voz en esta canción se siente como si estuviera
entretejida!
