A través de DanceHall, Chip
Pirrs nos hace notar su nombre como una de las propuestas frescas e
innovadoras en la escena de la música electrónica. Con un estilo experimental y
vanguardista, este artista logra conectar su música con una raíz profundamente
emocional.
La introducción comienza con una base rítmica
atrapante, hipnótica, los loops de batería coexisten armoniosamente con un bajo
que realiza líneas precisas y naturales. Los sintetizadores aparecen haciendo
ecos, notas largas que se responden entre sí y crean una atmósfera espiritual e
inmersiva. Todo esto llega a otro nivel cuando la voz entra y se mezcla con el
acompañamiento musical, el toque humano del cantante hace de esta una canción
contrastante y llena de colores. Las texturas son uno de los pros más
destacables de esta composición.
Recomendamos ampliamente esta pieza a todos aquellos lectores amantes de
la música electrónica que tienen ansias de conocer algo nuevo. Chip Pirrs promete bastante, no perdamos de ojo este nombre que aseguramos, crecerá
aún más.



