Un sonido peculiar que nos hace
disfrutar una vez más el Indie Rock. Las peculiaridades que hay en esta canción
son su estética minimalista y su sonoridad punk.
El bajo se queda en un ostinato
hipnótico, como si fueran las ruedas de un tren que va a todo lo que da, se
siente muy fúrico, uno se imagina un slam violento y muchas cabezas girando al
ritmo de la banda. El trabajo de la sección rítmica funciona bastante bien, se
mantiene constante, como una máquina, todo el tiempo manteniendo un groove para
cuando se dan las transiciones logran dar un giro a la escucha.
M-16 sabe jugar con sus elementos, nos da sorpresas y
mucha energía en esta canción, una canción que puede considerarse totalmente
atemporal, las guitarras distorsionadas y el sonido como de Garage Band no
envejecen, y al momento de escucharlo pareciera que siempre ha estado en
nosotros. La canción se vuelve un lugar común donde se encuentra toda nuestra
ira y nuestra fuerza. Felicidades M-16 por crear un tema tan increíble.
Enhorabuena.
