Este tema tiene esos tintes del punk rock que me gustan. Se
siente como de garage, aunque la producción esté muy bien hecha, pero logran
tener esta cercanía con quien escucha el tema. Incluso tenemos el conteo
inicial que irrumpe mientras el sonido distorsionado de la guitarra nos da la
bienvenida. El sonido es constante, pero el tono que imprime la guitarra es
parte de la magia de la canción, pues se mueve al ritmo de la voz de quien
interpreta y de los coros. Aunque la voz no se encuentra en esa media de los
intérpretes que se desgarran la garganta, me gusta por lo diferente que suena,
es más melódica que en un tema normal de este estilo.
Esta canción critica la tendencia de voltear a otro lado
cuando vemos situaciones de violencia o de injusticia, la indiferencia que permea
cuando problemas como la guerra o las tragedias comienzan a ser más visibles.
El tema muestra un tono sarcástico, curdo y directo, no es un regaño, pero es
un recordatorio que aunque volteemos la cara, ese problema ya lo tenemos a un
lado.
¡Esta canción ofrece un poco de punk rock que te va a
gustar!