Hay un sonido pulsante y armónico que nos hace adentrarnos a
esta canción que, en un principio, suena como salida de algún anime o
caricatura japonesa. Luego tenemos el sonido vibrante de la batería, no se
queda con nosotros como pulsación, más bien como un elemento que va marcando el
ritmo. Podemos escuchar el sonido de algún instrumento de viento, me atrevo a
decir que es una flauta, que además de apoyar el tono sonoro, también nos
transporta a Japón, porque de alguna manera rinde homenaje a su cultura
musical.
Nuestra intérprete tiene un tono de voz aterciopelado, pero
también delicado y suave cuando necesita bajar el volumen. Ella puede jugar con
su tono vocal en cada verso de la canción, ella no grita, interpreta de forma
sublime esta canción, pues también se nota que le está rindiendo un homenaje a
sus raíces, respetando tonos y creando
ambientes que se siente frescos y contemporáneos. Agrega esta canción a tu
lista de reproducción y deja que su sonido te cautive.
¡Una canción que convierte lo clásico en actual!
