La guitarra en esta canción es la que nos da la bienvenida,
pero lo curioso es que se atreve a hacer pausas sonoras que dotan de agilidad a
la canción durante los primeros segundos. La canción también se apoya del
sonido uniforme de la batería, retumba en cada momento y logra marcar el ritmo,
mientras que el bajo se queda en el minuto 1:14 con nosotros, brindando un poco
de profundidad a la canción y una capa sonora que vuelve más compleja a la
canción.
La interpretación es variable. Una de las voces suena
profunda, incluso un poco más densa que otra, su tono vocal nos transmite una
sensación de misterio, mientras que tenemos esa otra interpretación en un tono
medio, que le da brillantez a la canción, incluso juega un poco con ese cambio
vocal para quitarle algo de densidad a la melodía. Esta canción logra
atraparnos porque también suena como un clásico de inicios de los 2000.
¡Una guitarra que encuentra ritmo en sus pausas!
.jpg)
