Genevieve Heyward nos regala esta explosión de energía que fusiona lo mejor del indie pop y el rock. Esta canción demuestra que lo accesible no está peleado con lo potente, y es que es imposible no notar que los riffs de guitarra son contundentes y pegajosos, capturan la atención; mientras que la base rítmica general mantiene un ritmo irresistible que a veces dan ganas de bailar. Aunque es el verdadero imán de este tema es la voz de Genevieve, es un poco más grave, poderosa y llena de carácter que el estereotipo de voz frágil y dulce del pop tradicional. Su interpretación es impecable, las notas fluyen con naturalidad y puede sostenerlas sin ningún problema, transmite mucha pasión y se nota que cada palabra viene cargada de convicción.
La letra es optimista pero no ingenua, trata acerca de encontrar luz incluso en los momentos más oscuros, y la producción eufórica con arreglos vibrantes, refuerza este mensaje. Es una canción que nos aporta una inyección de vitalidad, que demuestra como el pop y el rock pueden coexistir en perfecta armonía.
Un sonido potente y llevadero, una voz excepcional y un mensaje de que no todo es tan malo, se llama "Sprinkles" y es de lo más nuevo de Genevieve Heyward.
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