Esta canción combina los dos elementos centrales que hacen grande a cualquier pieza musical, instrumentación y letra. Musicalmente hablando, es un sonido pegajoso y energizante con un estilo que nos recuerda al la vibra general de los años 70. La pista comienza con una guitarra que toca un suave riff de apertura con una vibra bluesera, que transmite una sensación de peligro inminente, la cual es inmediatamente justificada porque aproximadamente en el segundo 37 entran el resto de los instrumentos, manteniendo la estética antes mencionada, pero ahora con un toque intenso y bastante más enérgico, es un momento que no te perderás y si tus gustos musicales son similares a los míos, estarás moviendo la cabeza y marcando el ritmo de manera natural y completamente entregada.
Por otro lado, la parte lírica es absolutamente pegajosa, tanto las palabras como la tonada, mantiene una cadencia muy constante a la cual es difícil resistirse, es una letra memorable que personalmente considero es perfecta para formar parte de esas playlists de acompañamiento de momentos eufóricos y divertidos. No busca ser la revelación ni reflexión del siglo, simplemente fluye con el momento.
Justin Cody Fox nos regala una pieza como esas que ya no se hacen, con un alma libre y despreocupada.
Sí te gusta nuestro contenido síguenos a través del siguiente botón ↓↓↓↓