La música alternativa en español se sigue haciendo, aunque a veces parezca que lo de hoy solo son letras vulgares, tamborazos y trompetazos sin sentido.
Desde el hermoso estado de Durango, en México, llega la banda Cooper, con esta canción que trae un sonido que es un balance exquisito entre lo orgánico y lo electrónico. Es como una mezcla de indie rock con un poco de synthpop, que te sumerge en una atmósfera electrizante desde que inicia. Las guitarras melódicas constituyen una gran parte de la base rítmica y los sintetizadores se entrelazan con ellas, añadiendo calidez y texturas brillantes, es un tema envolvente por donde lo escuches.
La voz canta con un tono tranquilo y una suavidad que transmite un sentimiento vulnerable mientras navega con delicadeza por encima de la instrumentación, aportando la pieza final para generar en nosotros una mezcla cautivadora de energía vibrante, pero también un poco de una dulce nostalgia, que a la vez está cargada de una emoción y optimismo palpables.
