Sentí esta canción como una especie de viaje en el tiempo que me llevó a los años 90, cuando este sonido despreocupado, característico del pop rock, era muy sonado en todos lados. Vinieron a mi mente imágenes de pantalones acampanados con estoperoles, chamarras de cuero rojas, collares con un estilo surfista muy ajustados y mechas doradas en el pelo con un corte a capas. Probablemente fui muy específico pero no me estoy proyectando, era más o menos así como se veían los vocalistas de muchas bandas durante aquellos días.
Tú también ponte unas gafas de sol, aunque esté nublado o estés en interiores, la actitud es lo que importa, así podrás disfrutar mejor de este sonido, que es un vaivén hipnotizante que alterna entre momentos de calma suave y explosiones de energía que nunca se siente caótica ni abrumadora, es una fluidez que te invita a dejarte llevar. En lenguaje un poco pasado de moda, es una canción perfecta para cuando buscas un sonido buena onda que te sirva de escape para tu rutina.
Max Rauch nos trae un sonido retro que te garantiza un estado de euforia contenida que te llevará al pasado.
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