No me cansaré de decir que el shoegaze es un género brutal, tiene todo, pesadez, letras y fuerza en cada nota que escuchamos. Marni y su single "Bee Stings" es Pixies, My Bloody Valentine y Ride es sus inicios, solo que una madurez que se palpa, desde el comienzo de la pista, ya siente el rugir de las guitarras, y los coros evocan épocas gloriosas de este género, con la complicidad nata del indie rock, que rodea a esta canción.
La pista se inserta en tu cerebro y cada acorde recorre cada fibra de tu ser. Se siente el dolor, la voz es un susurro que se queda en tu mente, no hay para dónde hacerte, te quedas hasta el minuto final y después que la escuchaste, se queda como bicho en tu mente, y la vuelves a oír. Se hace parte de ti, se conecta a tu alma y de ahí no sale. Esto es lo que el shoegaze, meterse dentro de ti, para nunca salir.
Siente la majestuosidad del shoegaze con Marni y "Bee Stings"
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