Esta canción, con un sonido suave y un ritmo calmado, nos trae una mezcla de elementos que con ponen un indie rock que se siente artesanal y auténtico, salido directamente del corazón y que busca expresar sus sentimientos de una manera clara y honesta. La voz nos permite conectar inmediatamente con esa vibra genuina que se siente como una especie de abrazo y nos manda un mensaje de que no estamos solos durante esos momentos donde no sabemos cómo pensar o actuar.
La temática de la canción también es de un estilo reflexivo que a grandes rasgos se pone a analizar cómo funciona la amistad entre adultos jóvenes, la cual de acuerdo a mi experiencia personal es complicada, tanto como la humanidad misma. Cada cabeza es un mundo y muchas veces tanto nosotros como nuestros amigos no sabemos actuar ante las situaciones y retos que nos plantean la vida constantemente podemos llegar a ser muy estúpidos y lastimarnos mutuamente. Pero como no hay un manual que diga exactamente cómo se deben manejar las emociones, es curioso darse cuenta que uno nunca deja de aprender y cómo esto es más común de lo que pensamos.
