Este indie dark pop nos demuestra que la oscuridad y melancolía también pueden sonar muy bien. El tema se basa en crear una atmósfera densa pero fácilmente transitable, como caminar a través de una espesa capa de niebla. Se construye a partir de percusiones, que la artista comparte que sacó del sonido de sus pastillas antidepresivas, y esto añade una profundidad cinemática a todo lo que significa esta canción. Porque precisamente la letra trata acerca de la lucha constante de una persona con ansiedad y depresión, pero a un nivel real y clínico, no solo para aparentar o hacerse notar como muchas de las personas hoy en día.
Se percibe la honestidad en sus palabras y en su tono de voz que es suave y susurrante, aporta una sensación de fragilidad y vulnerabilidad, y prueba que no necesita elevar el tono para conmover y conectar con quien le escucha. Una adición que me encantó fue el sonido ocasional de violines, que nos regalan una melodía emotiva y profunda que va perfecto con la temática.
