Este tema es un viaje vibrante al estilo del synthpop muy luminoso contiene un sonido mágico y nostálgico, que me recordó al tema Never Ending Story de Limahl. El juego de sintetizadores brillantes se mantiene durante toda la canción, siendo este instrumento el principal encargado de darle cuerpo, también contiene otros elementos muy interesantes, como un solo de guitarra con un poquito de overdrive y fuzz que aportan mucha más energía, esto sin mencionar las poderosas infusiones de saxofón, que para mí, fue lo que detonó por completo la intensidad al final y se siente como tu estado de ánimo mejora de inmediato, es un ritmo al que es difícil resistirse.
Sin embargo, en contraste con toda esta instrumentación tan efusiva, la letra trata temas un poco tristes o complicados, como la frustración de estar estancado, sin poder encontrar un empleo que nos guste o se adecúe a nuestro estilo de vida, la cual me parece que es una exigencia válida, porque siempre he sido de la idea de que nuestra especie fue creada para algo más que solo trabajar para poder vivir.
Manhattan Boy nos trae un sonido efusivo y memorable, que contrasta con un mensaje fatalista.
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