Podemos definir el estilo esta nueva canción de Poppy Freeley como indie dark pop. Su instrumentación es una mezcla de sonidos etéreos con efectos de reverberación, con un estilo hermoso onírico y atmosférico similar al de Lana Del Rey. Se siente como estar flotando en una habitación oscura con una temperatura ambiente ideal y cómoda, donde físicamente nada molesta ni hace falta. La voz es perfecta con esa suavidad emotiva, que navega a través del dolor y la aceptación de su lírica. La entonación igualmente es ideal, no hay dramatismo innecesario, es una armonía oscura, pero a la vez elegante que convierte la tristeza en algo hermoso, si es que se puede catalogar así, sé que suena raro, pero así se siente.
En sus versos se habla acerca del proceso tan difícil de superar a una persona que se fue después de una relación que falló. Sin duda es algo melancólico y digno de reflexionarse durante esas noches solitarias, aunque debo mencionar que no se siente una actitud derrotista, sino todo lo contrario, es como una amarga victoria frente a los recuerdos y el pasado, después de reconocer que para renacer hay que sufrir un poco.
