Este tema, al cual fácilmente podemos definir como indie soft rock, nos trae un interesante y bello mensaje que considero que está bastante claro. Durante dos minutos la instrumentación bastante simple y minimalista nos lleva de la mano por un viaje a través de paisajes cálidos y acogedores, reforzados por su naturaleza sutil. El ritmo pausado se siente como una especie de respiración que es ideal al momento de expresar sentimientos.
La voz suave y con una carga melancólica importante, nos entrega un poema sobre lo frágil y fugaces que pueden llegar a ser muchos momentos, incluso los que pensábamos que durarían para siempre. Es un mensaje sobre aprovechar el momento y vivir de manera intensa, incluso sabiendo que un desastre inevitable se aproxima. No lo hace en un plan desapegado, más bien de una forma en la que acepta que incluso las mejores cosas terminan, pero que mientras llega el momento, nosotros somos completamente los capitanes de lo que suceda mientras esto ocurre. Para explicarlo de una manera más simple pero menos poética, se siente como esos momentos finales del día, donde estamos a punto de apagar la luz para ir a descansar.
